El espacio es un entorno muy inhóspito para el cuerpo
humano, pero nos adaptamos a él sorprendentemente bien: en pocas horas, el
cerebro asume la ausencia de las sensaciones de arriba y abajo, como si flotar
fuera nuestro estado natural. Y ahora, los investigadores están estudiando cómo
nuestro reloj interno se adapta de forma similar a las restricciones del
espacio. Un experimento patrocinado por la ESA ha descubierto que, aunque es
posible sacar a las personas de la Tierra, no es posible sacar el ritmo
terrestre de las personas.
Los ritmos circadianos describen los cambios que
experimentan nuestros cuerpos a lo largo de 24 horas. Este reloj interno se ve
regulado por la temperatura central, que dice a nuestros cuerpos cuándo es de
día o de noche y pone en marcha sistemas como el metabolismo o el ciclo del
sueño.
En la Tierra, nuestra temperatura central se mantiene a 37
°C, con medio grado de descenso a primera hora de la mañana y de aumento a
primera hora de la tarde.
as personas de la Tierra, no es posible sacar el ritmo terrestre
de las personas.
Los ritmos circadianos describen los cambios que
experimentan nuestros cuerpos a lo largo de 24 horas. Este reloj interno se ve
regulado por la temperatura central, que dice a nuestros cuerpos cuándo es de
día o de noche y pone en marcha sistemas como el metabolismo o el ciclo del
sueño.
En la Tierra, nuestra temperatura central se mantiene a 37
°C, con medio grado de descenso a primera hora de la mañana y de aumento a
primera hora de la tarde.
Fuente de información: http://noticiasdelaciencia.com/not/24774/mantener-el-ritmo-en-el-espacio/
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