Investigadores descubren las rutas moleculares que alargan
los llamados “pelos radiculares” de las plantas, lo cual posibilitaría una
mejor captación de nutrientes y agua y, en definitiva, una mayor productividad.
El hallazgo fue publicado en la revista “Proceedings of the National Academy of
Sciences” (PNAS).
“Los resultados son muy alentadores”, señala el codirector
de la investigación, el doctor José Manuel Estévez, jefe del Laboratorio Bases
Moleculares del Desarrollo Vegetal del Instituto de Investigaciones Bioquímicas
de Buenos Aires (IIBBA)-CONICET y del Instituto Leloir (Argentina). “Cultivos
como el trigo, el maíz y la soja podrían mejorar la captación de nutrientes
esenciales y agua en suelos pobres en fosfatos y en períodos prolongados de
sequía”.
En el estudio, Estévez y sus colegas (un equipo de 15
investigadores y becarios) identificaron una conexión molecular a la que
definieron como “crucial”: las hormonas auxinas, que favorecen el aumento del
tamaño de las células vegetales, activan la expresión de cientos de genes
aunque aproximadamente siete de ellos son claves en el control de la prolongación
de los pelos radiculares.
“Si bloqueábamos esa
hormona o esos genes, la longitud de los pelos radicales disminuía”, afirman
las primeras autoras del avance, la doctora Silvina Mangano, y las licenciadas
Silvina Denita-Juárez y Eliana Marzol, investigadoras del CONICET en el laboratorio
de Estévez.
Para realizar el experimento, los científicos combinaron el
uso de herramientas genéticas junto con técnicas de microscopia avanzada y
biología celular en Arabidopsis thaliana (una crucífera que se suele usar como
modelo en estudios de fisiología vegetal y que comparte genes con plantas de
interés agronómico).
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